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Córdoba: tierra de volcanes, cerros y mar

Aunque parece un slogan engañoso para promocionar el turismo, el título de esta nota es verdadero: Córdoba tuvo mar, y tiene volcanes y cerros. En esta entrevista, el geólogo Edgardo Baldo, investigador del Centro de Investigaciones en Ciencias de la Tierra (CONICET-UNC) cuenta cómo se dieron estos paisajes en el tiempo.  [15.04.2013]

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Córdoba: tierra de volcanes, cerros y mar

Edgardo Baldo y su grupo de trabajo del Cicterra junto a dos colegas españoles en el Camino del Cuadrado en Córdoba

¿Cuándo se formaron las sierras de Córdoba?

Tenemos que hacer la diferencia entre la edad de los materiales geológicos que componen las Sierras, es decir sus rocas y minerales que son muy antiguos, y la edad del paisaje serrano que es relativamente moderna. Para entendernos podemos pensar en una estatua de mármol y comparar la antigüedad del mármol sobre el cual trabajó el escultor con la época en que talló la escultura; vemos así que el mármol tiene que ser necesariamente más antiguo que la escultura.

Entonces, ¿qué antigüedad tienen las rocas y cuál las sierras?

Las rocas de las Sierras de Córdoba comenzaron a formarse hace aproximadamente unos 580 millones de años. En cambio las Sierras de Córdoba, como una expresión morfológica de montañas y valles, tienen una antigüedad de 25 millones de años aproximadamente y su origen se vincula con la Orogenia Andina, responsable también de la formación de los Andes.

¿Había animales y plantas en aquellas sierras primitivas?

Hace 580 millones de años atrás, sobre las tierras emergidas no había plantas ni animales y la vida se restringía a los océanos, que estaban poblados por colonias de bacterias, algas, esponjas y otras formas de vida sin partes duras, como las medusas actuales. En las playas y fondos de ese antiguo océano se depositaron un conjunto de rocas sedimentarias marinas, que fueron primero soterradas a profundidades de unos 20 kilómetros y luego fueron exhumadas desde su lugar de origen hasta la superficie y gracias a eso hoy las podemos ver e investigar en diferentes partes de las Sierras de Córdoba, como por ejemplo a lo largo de la quebrada del Río Suquía, donde están expuestas de manera espectacular. Allí podemos reconocer las antiguas calizas de esos fondos marinos, ahora convertidas en mármoles blancos que por sus propiedades químicas y físicas han sido explotadas desde la época colonial y más recientemente para la fabricación de cal o para mesadas y áridos.

¿Existe en Córdoba alguna roca que sea única a nivel mundial?

Sí, existe una roca un tanto especial que sólo ha sido descripta aquí, cerca de la localidad de Soto, y en un lugar del Japón llamado Minederayama. La roca se denomina cordieritita por el mineral que la compone. Aquí se la explotó durante mucho tiempo como roca de aplicación ornamental. Hay un edificio en la calle Hipólito Yrigoyen que tiene su frente revestido con la cordieritita de Soto y en el Patio Bullrich de Buenos Aires las escaleras y el piso son de esta roca. En algún momento pensamos que habría que protegerla y declarar el lugar como una reserva geológica porque creo que actualmente hay más cordieritita en el Patio Bullrich que en Soto.

Sierras de Córdoba

¿Qué rocas que predominan en las Sierras de Córdoba?

En las sierras de Córdoba predominan las rocas metamórficas que son las que se forman a partir de otras rocas mediante un proceso llamado “metamorfismo” y las rocas ígneas o magmáticas. En la Sierra Chica de Córdoba afloran predominantemente las rocas metamórficas, en cambio, las cumbres de Achala en donde se encuentra el cerro Champaquí está formada por el granito del Batolito de Achala. Se trata de una importante unidad de rocas ígneas que al enfriarse por debajo de la superficie, hace ya 360 millones de años, generó el granito. El imponente paisaje del camino de las Altas Cumbres y el de Los Gigantes discurren sobre este granito y muchos de los ríos y arroyos que hacen de Córdoba un atractivo turístico tan especial circulan sobre la suave superficie del granito de Achala. También son contemporáneos con el granito de Achala, el granito del Cerro Áspero en la Sierra de Comechingones y, aunque un poco más joven, también incluimos en esta etapa la formación del granito de Capilla de Monte en el Valle de Punilla donde se encuentran el Zapato y el mítico Cerro Uritorco. Aclaremos que el Uritorco está formado por una roca magmática, el granito, pero no es un volcán dado que el magma se acumuló y enfrió debajo de la superficie. Para nosotros el volcán tiene una definición más precisa, es el magma que cuando sale a la superficie se enfría y genera un cerro en forma de cono.

¿Hay volcanes en Córdoba?

No hay volcanes en actividad pero si se preservan restos de antiguos volcanes y estos pueden verse en la Sierra de Pocho, al oeste de Taninga. Son en realidad evidencias de la actividad volcánica del Mioceno y el lugar donde están constituye un paisaje exótico, con palmeras y restos de chimeneas volcánicas. Estas rocas volcánicas tienen una antigüedad de entre 7 y 5 millones de años. Otro hecho geológico de esta época es que las Sierras de Córdoba estuvieron, por algún tiempo, muy cerca de las costas del océano Atlántico.

Entonces, ¿para ese tiempo Córdoba también tenía mar?

Sí, esto es al menos lo que sugieren algunos descubrimientos relativamente recientes y esto ocurrió en el Mioceno, hace entre 23 y 5 millones de años, durante la denominada “ingresión marina paranaense”, denominada así porque el mar Atlántico ingresó por el actual río Paraná, que para ese entonces era un gran estuario. Evidencias de esta ingresión marina son los restos de sedimentos marinos encontrados en la Sierras de Copacabana y probablemente las formación de las salinas del norte de Córdoba. Podríamos trasladarnos en el tiempo e imaginarnos cómo sería esa época. Sin dudas Córdoba sería un lugar excepcional, dado que no sólo se podría disfrutar de los lagos, los arroyos y demás bellezas de las Sierras sino también de su mar, un sueño cumplido para una ciudad mediterránea.

Por Eliana Piemonte | epiemonte@comunicacion.unc.edu.ar

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