Encuentran un enterramiento doble de 1.500 años de antigüedad
El Equipo de Rescate del Museo de Antropología de la UNC, alertado por un vecino de Santa Rosa de Calamuchita, realizó una excavación donde se encontraron dos cadáveres, uno femenino y uno masculino, de 1.500 años de antigüedad. Es la segunda vez que en Córdoba se encuentra un enterramiento doble. El hallazgo permite realizar estudios de alimentación, actividad física y costumbres de poblaciones indígenas de la época. [24.10.2011]
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El Equipo de Rescate del Museo de Antropología de la UNC recibió un aviso de que en Santa Rosa de Calamuchita habían aparecido restos óseos humanos en una casa mientras se hacía una excavación para un pozo negro. Esta información llega al Museo gracias a un convenio de colaboración que existe entre el mismo, con su Equipo de Rescate Arqueológico, el Equipo de Antropología Forense y el Poder Judicial de la Provincia.
“Es el Museo de la localidad el que nos llama y nos avisa del hallazgo de estos restos. Lo que primero se hace es determinar si son restos arqueológicos o forenses, para ver qué equipo sigue trabajando. En este caso era arqueológico y continuamos nosotros”, comenta Soledad Salega, miembro del equipo, y agrega: “El dueño del lugar encontró un esqueleto y cuando terminamos nosotros de excavar aparece otro más, a unos 25 centímetros. Ambos estaban en una posición fetal que es como solían enterrar a sus muertos las poblaciones indígenas. Los restos tendrían una antigüedad máxima de 1.500 años. Esto lo podemos saber porque encontramos también restos de cerámica”.
Los esqueletos encontrados son de dos individuos adultos, uno masculino y uno femenino. “Lo interesante es que son dos individuos, en un enterramiento doble, cosa es que es la segunda vez que se da en nuestra provincia”, comenta Salega.
El estudio de estos esqueletos en el laboratorio del Museo de Antropología permitirá conocer con detalle la edad y las patologías que pudieron padecer. Además, analizando los dientes se pueden conocer detalles de la dieta de estas poblaciones y estudiando sus articulaciones puede saberse qué tipo de actividad física realizaban.
Por una formalidad estos restos quedan en la policía de la localidad, y ellos los trasladan al museo para realizar las investigaciones. “Luego de finalizado nuestro trabajo, los esqueletos se devuelven a su lugar de origen; en este caso hay un museo en la localidad y allí quedarán. Y por supuesto se hace una copia de todo el informe y se manda al museo también”, señala Salega.
Por Eliana Piemonte | epiemonte@comunicacion.unc.edu.ar